
Herbert Powell:
Herb es producto de una aventura amorosa entre el padre de Homero, Abraham Simpson y una prostituta de un circo ambulante. Herb fue dado en adopción al nacer, por lo que Homero jamás se enteró de su existencia. Tras salir del orfanato entró en la Universidad de Harvard gracias a su capacidad de lavar platos y fregar retretes. Fue el fundador y propietario de la empresa de coches Powell Motors, situada en la ciudad de Detroit. Sólo sus millones aliviaban sus recuerdos de pobreza y desarraigamiento. Cuando Homero se entera de la existencia de un hermano lo busca, y Herb se muestra ansioso por conocerle a él y a su familia. Herb ofrece a Homero que diseñe un automóvil. Él acepta y crea un coche horrendo llamado The Homer bastante estrambótico. Herb pierde todo su dinero y se ve forzado a vender su firma a la compañía Kumatsu Motors. Herb pasa el siguiente año en la pobreza.
Reaparece en el episodio Brother, Can You Spare Two Dimes? de la tercera temporada, y se integra en la familia Simpson. Les pide dinero prestado para desarrollar un aparato que convierte los balbuceos de los bebés en palabras comprensibles, cosa que consiguió analizando el comportamiento de Maggie.
Herb produce en masa el aparato y se vuelve millonario nuevamente, gritando su famosa frase "¡América, América!" en alusión al dicho que los EEUU es el país de la oportunidades. Se despide del hogar de los Simpson devolviendo el préstamo y comprándoles regalos a cada uno de los miembros de la familia. Todavía no ha hecho una tercera aparición pero en The Heartbroke Kid, de la temporada 16, Homero lo menciona y se muestra un marco con su foto.
También fue mencionado en el corto #14 The Funeral en el Tracey Ullman show. En él, Homero sienta a Bart y Lisa y les menciona que su tío "Hubert" está muerto, al parecer ese Hubert es un spin-off (cuando está fuera de la serie).
Curiosidades:
- Prefiere que sus sobrinos lo llamen Tío Herb.
- Al parecer no está afectado por el Gen Simpson, que afecta a los hombres Simpson dándoles su característica estupidez, ya que tiene una gran facilidad para los negocios y para hacer dinero, aunque ignoró muchas advertencias de los ingenieros de su fábrica automotriz cuando le advertían de las consecuencias de desarrollar The Homer.
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